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Como decir no en el trabajo

Como decir no en el trabajo

Cómo decir no al trabajo

Lo has meditado detenidamente y te has dado cuenta, consternado, de que lo mejor sería que no aceptaras un nuevo encargo de tu jefe. Puede que tengas varias razones para llegar a esa conclusión. Tal vez estés desbordado de trabajo, o el nuevo proyecto requiera habilidades que aún no tienes. Tu justificación para decir que no a tu jefe puede parecerte totalmente legítima, pero ¿estará tu jefe de acuerdo? ¿Está bien decir que no a tu jefe en estas circunstancias? Depende.

Además, hay razones personales que quizá quieras tener en cuenta, pero no necesariamente compartir. ¿Está contento con su trabajo en general? ¿Sería lo peor que te podría pasar si te cambiaras de puesto o de empresa? ¿Tienes un fondo de emergencia para poder seguir adelante si tu jefe no se toma bien tu respuesta?

No lo rechaces porque te resulte difícil si tienes las habilidades necesarias para trabajar en un puesto. Tu jefe espera que trabajes duro y no verá con buenos ojos que rechaces un proyecto porque te va a costar mucho esfuerzo completarlo.

¿Cómo decir que no en el trabajo y seguir avanzando?

Aunque técnicamente te niegues a hacer algo, seguirás pareciendo útil y un jugador de equipo. En lugar de decir “no podré hacerlo”, prueba algo como esto: “Ahora mismo no estoy disponible, pero estaré encantado de hacerlo el jueves, cuando termine la tarea en la que estoy trabajando actualmente”.

¿Qué es lo difícil de decir que no en el trabajo?

Empieza por decir que no a peticiones pequeñas e insignificantes y ve subiendo a partir de ahí. Decir no por primera vez puede ser lo más difícil, pero la práctica hace la perfección. Decir “no, no puedo” y practicar el “no” ayuda a romper el hábito de decir “sí”, recableando el cerebro.

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¿Puedo decir que no al jefe sin parecer grosero?

Para empezar: Decir “no” no es, en absoluto, una grosería.

Por supuesto, no hace falta decir que hay una forma correcta de decirlo para no provocar malentendidos. Piensa en este post como una guía para ese entrenamiento de cómo decir que no. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo rechazar a la gente en el trabajo de forma diplomática.

Diga no de forma amable

Si te cuesta decir que no en el trabajo, no eres el único. A muchas personas les cuesta decir que no tanto a las peticiones relacionadas con el trabajo como a los compromisos personales, independientemente de lo mucho que no quieran hacer esa cosa.

Como homo sapiens, nuestros cerebros están programados para decir que sí a nuestros compañeros gracias a una pequeña cosa llamada evolución. Instintivamente queremos evitar cualquier cosa que pueda apartarnos de nuestro “grupo”, ya que eso podría significar la pérdida de recursos y seguridad. Tu “grupo” en este contexto son tus colegas.

En mi propia vida, diría que soy un complaciente en recuperación. Durante años dije que sí a demasiadas cosas, en el trabajo y en lo personal, porque la sensación de estar ocupado me hacía sentir que era valioso.

Tal vez, como yo, también creas que no puedes decir que no sin herir los sentimientos de los demás. Pero, hoy estoy aquí para mostrarte que siempre hay otra opción y que podemos aprender a decir que no sin hacerlo personal.

Como en cualquier programa de “pasos”, reconocer que tienes el hábito de decir “Sí” a todo es el punto de partida. El siguiente paso es decir “No” a algo que no quieres hacer. Este es el primer paso para aprender a decir que no en el trabajo y convertirlo en una experiencia más cómoda en general.

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Cómo decir educadamente que no

Si te cuesta decir que no en el trabajo, no eres el único. A muchas personas les cuesta decir que no tanto a las peticiones relacionadas con el trabajo como a los compromisos personales, independientemente de lo mucho que no quieran hacer esa cosa.

Como homo sapiens, nuestros cerebros están programados para decir que sí a nuestros compañeros gracias a una pequeña cosa llamada evolución. Instintivamente queremos evitar cualquier cosa que pueda apartarnos de nuestro “grupo”, ya que eso podría significar la pérdida de recursos y seguridad. Tu “grupo” en este contexto son tus colegas.

En mi propia vida, diría que soy un complaciente en recuperación. Durante años dije que sí a demasiadas cosas, en el trabajo y en lo personal, porque la sensación de estar ocupado me hacía sentir que era valioso.

Tal vez, como yo, también creas que no puedes decir que no sin herir los sentimientos de los demás. Pero, hoy estoy aquí para mostrarte que siempre hay otra opción y que podemos aprender a decir que no sin hacerlo personal.

Como en cualquier programa de “pasos”, reconocer que tienes el hábito de decir “Sí” a todo es el punto de partida. El siguiente paso es decir “No” a algo que no quieres hacer. Este es el primer paso para aprender a decir que no en el trabajo y convertirlo en una experiencia más cómoda en general.

Miedo a decir no en el trabajo

¿Qué tiene el “no” que hace que sea tan difícil de decir en el trabajo? Es una palabra sencilla, de una sola sílaba, y sin embargo, con demasiada frecuencia -incluso cuando estamos brutalmente comprometidos- muchos de nosotros somos incapaces de pronunciarla. Por miedo a parecer perezosos, inútiles o conflictivos, la respuesta instintiva de la oficina es siempre un “sí”, incluso cuando sabemos que es una receta para el agotamiento. Pero lo cierto es que evitar el “no” puede tener efectos perjudiciales para todo, desde nuestra salud física y mental hasta nuestra progresión profesional en general.

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En su lugar, quizá deberíamos seguir el consejo del legendario inversor Warren Buffet, que dijo: “La diferencia entre la gente de éxito y la gente de verdadero éxito es que la gente de verdadero éxito dice ”no” a casi todo”.

Si quieres tener verdadero éxito en el trabajo -como individuo y como parte de un equipo- tienes que aprender cuándo y, sobre todo, cómo decir que no. Y hacerlo de forma que no sólo tenga éxito, sino que los demás le quieran.

Según el psicólogo Dr. Scott Bea, profesor adjunto de medicina en la Clínica Cleveland de Ohio y uno de los principales expertos en el poder del ”no”, podríamos estar poniéndonos en riesgo de sufrir enfermedades físicas al decir ”sí” con demasiada frecuencia. El Dr. Bea, que lleva años investigando el tema, cita los síntomas físicos del estrés, como el dolor muscular y las molestias gastrointestinales, así como el daño psicológico que supone decir “sí” con demasiada frecuencia.