Qué hacer para la primera entrevista
Aunque nadie puede predecir a la perfección cómo resultará un nuevo trabajo, estar atento a las posibles señales de alarma durante el proceso de la entrevista puede ayudar a descartar las opciones de empleo que no son óptimas. Ser observador en las entrevistas y estar atento a cómo se gestiona el proceso, hacer buenas preguntas de seguimiento y actuar con la debida diligencia puede ayudar a mitigar las posibilidades de tomar una mala decisión. He aquí 10 banderas rojas a las que hay que prestar atención.
Las entrevistas de trabajo son un proceso bidireccional: estás entrevistando a tu posible jefe y empleador tanto como ellos te están entrevistando a ti. Al fin y al cabo, no quieres cualquier trabajo, quieres el trabajo adecuado. Según una encuesta de CareerBuilder, dos tercios de los trabajadores afirman haber aceptado un trabajo para darse cuenta de que no era el adecuado, y la mitad de ellos lo abandonan en los primeros seis meses. Hay varias razones por las que esto puede ocurrir, como sentir que te han vendido una falsa factura o darte cuenta de que la cultura no es coherente con tus valores o incluso es tóxica.
El refrán “caveat emptor” (cuidado con el comprador) se aplica a las entrevistas de trabajo. No se trata de sugerir que se debe entrar en el proceso de la entrevista con demasiado escepticismo o desconfianza, sino de animar a estar atento a las posibles banderas rojas en el proceso de la entrevista que justifiquen su atención, ya que pueden indicar problemas mayores con su posible jefe, equipo o la organización en su conjunto. He aquí 10 banderas rojas a las que hay que prestar atención.
Qué hacer y qué no hacer en una entrevista de trabajo
Sharon Hulce es la presidenta y consejera delegada de Employment Resource Group, y cuenta con casi dos décadas de experiencia como reclutadora de ejecutivos. Ha sido galardonada con numerosos premios, entre ellos el de Directora del Año de Women in Management en 2006 y el premio Athena de la Cámara de Comercio de Fox Cities en 2005.
Dana Manciagli es columnista del Business Journal a nivel nacional y ofrece charlas, asesoramiento y consejos profesionales a escala mundial. Aprovechando sus más de 30 años como ejecutiva de empresa y directora de contratación, ha aparecido en Forbes, The Fiscal Times y en NPR, y es autora de “Cut the Crap, Network for Success!”.
Stephanie Kinkaid es una experta en perspectivas laborales, periodista de carrera publicada y subdirectora del Programa de Carrera y Liderazgo Wackerle en Monmouth College. Ha asesorado a cientos de estudiantes durante su mandato como consejera profesional y ha escrito para varias publicaciones profesionales, como Yahoo y CareerBuilder.
La búsqueda de empleo puede ser una experiencia angustiosa, desde el registro minucioso de todas las cualificaciones hasta la redacción de la carta de presentación perfecta. Pero aún más difícil es la propia entrevista. La mirada penetrante de un desconocido que hace preguntas sobre el salario y los errores cometidos en el pasado es suficiente para poner nervioso hasta al más curtido de los buscadores de empleo. Sin embargo, cuando se cuenta con la información adecuada, los entrevistados pueden relajarse y centrarse en lo que es realmente importante: vender una imagen profesional y destacar la experiencia relevante. Desde antes hasta durante y después de la entrevista, esta guía aporta consejos prácticos de directores de recursos humanos y reclutadores que pueden dar a los solicitantes de empleo una ventaja sobre la competencia.
Palabras que no deben utilizarse en una entrevista
Durante mis años de reclutamiento activo, debo haber aconsejado a por lo menos 5.000 personas que buscan trabajo sobre lo que se debe y no se debe hacer en una entrevista. El 10 de octubre de 2013 organizaré un webcast en el que se tratarán los puntos más importantes. (Como la sala de webcast está llena, facilitaré un enlace a la grabación cuando esté disponible). Encontrarás muchos más en The Essential Guide for Hiring & Getting Hired. El libro es inusual, ya que cubre todo el proceso de contratación desde el punto de vista tanto del solicitante de empleo como del entrevistador. Como la mayoría de los entrevistadores no habrán leído el libro, es el solicitante de empleo quien debe asegurarse de que se le evalúa adecuadamente. Algunos de estos consejos le ayudarán.
1) Deja de utilizar generalidades, como “Soy un solucionador de problemas” y “Soy un verdadero jugador de equipo”. Las generalidades sobre los puntos fuertes se ignoran, se olvidan o no se escuchan. Cuando los entrevistadores evalúan a un candidato, recuerdan los ejemplos y las historias que el candidato utilizó para demostrar un punto. A partir de estos ejemplos concluyen hasta qué punto el candidato posee el punto fuerte o atributo.
Cómo no actuar en una entrevista
Decir ciertas cosas durante una entrevista de trabajo desalentará a cualquier empleador, por muy buenas intenciones que tenga al revelarlas. Incluso si los posibles empleadores están entusiasmados con tu formación y experiencia, decir o hacer cualquiera de estas cosas podría hacerles pensar que no encajas bien en su organización.
Cuando asesoro a los solicitantes de empleo que se preparan para las entrevistas, siempre les digo que eviten hablar negativamente de sí mismos. Puede parecer una petición sencilla, pero muchos solicitantes de empleo hablan de las cosas que no pueden hacer en lugar de cómo pueden aportar valor. Nunca comience con los aspectos del trabajo que serán un reto para usted. Reformula siempre tus respuestas para proyectar positividad y confianza. – Dominique Law, ¡Contratado! Soluciones profesionales
No hables mal de tu anterior empleador. Evita siempre hablar negativamente de tu anterior trabajo o empleador. Esto demuestra tu capacidad de ser positivo y profesional sea cual sea la situación. Si eres abiertamente crítico, el entrevistador podría pensar: “¿Qué va a decir esta persona a la gente sobre nuestra organización?” Sé siempre profesional y positivo. – Kevin Kan, Break Out Consulting Asia